Iniciado por
crystyan1988
Prologo
En un rincón casi oscuro se encontraba un hombre sentado junto a una mesa, se notaba apenas con la poca luz que le llegaba del centro del bar, una barba larga y blanca. Un muchacho joven notó que no estaba bebiendo, era curioso en una taberna, se acercó con dos brebajes, el desconocido estiro su brazo y le arrebato su brebaje sin decir nada. Un trago largo mientras le preguntó quien es usted, dejo de beber. Con un gesto entendió que se sentara, luego se inclinó, salió de su oscuridad profunda y su rostro apareció, las palabras que escuchó fueron Crystyan1988, General Crystyan1988 …
Mi historia en esta isla comienza con un final, había decidido retirarme, sentía la necesidad de descansar pero llegue a esta isla y me hizo acordar de mis primeras inolvidables batallas.
Apenas habían construido la alcaldía, algunas Residencias, Canteros, Leñadores, el Cuartel y esta Taberna. En mi primer día, el Explorador había explorado algunos lugares acompañado de un Geólogo para construir minas. Por mi gran experiencia me contrataron para conquistar tierras habitadas por hostiles, solo me acompañaban algunos novatos Reclutas pero pronto pudimos destruir gran parte de sus campamentos. Nos enfrentábamos esta vez a un líder, se sentía un hedor espantoso, tan fuerte comparado con un Zorrino, pero con la ayuda de algunos arqueros y reclutas pudimos derrotarle rápido.
Al regreso a la ciudad pudimos notar mejoras en los edificios y el Explorador nos mostro una nueva ruta, apenas reunimos algunos reclutas y arqueros y marchamos. Al principio fue fácil pero mientras marchábamos fuimos interceptados por Matones más fuertes que nuestros pocos Reclutas y algunos Perros Rabiosos que eran rápido para nuestros arqueros, derrotado debía descansar pero con ánimo de seguir. Esta vez fui con Reclutas para contrarrestar fuerza, hasta llegar con un tipo con un parche en su ojo, lo llaman Bert el Tuerto, sus Matones eran fuertes pero pudimos derrotarle.
De vuelta en la ciudad, estaban fabricando una nueva espada y entrenando Milicianos, de ser más fuertes nos atrevimos a seguir el paso. De vuelta nos topamos con más perros, esta vez con la ayuda de nuestros Milicianos pudimos seguir con menor perdidas. El ultimo campamento, no llegue a ver a este gran tipejo pero desde lejos escuchaba como Dientes Metálicos hacia un ruido espantoso y al acercarme, con su sonrisa de soberbio me cegaba por el reflejo del Sol en su gris metal pero al final pude cerrarle la boca.
Otro día en la gran ciudad, cada día mejor, esta vez con Fabrica de Arcos Largos y Caballería pero aún no tenia suficiente ejercito asique decidí esperar para que me acompañaran. Esta vez, nos enfrentábamos a alguien con mayor fuerza, un Líder que pareciera que tenía mucha confianza en sí mismo, tan rudo que debí apartar a mis Reclutas y seguir con mi Milicia, aun así estuve por perder, el Líder no demostró dolor pero solo escuche una palabra, Chuck.
Ya pronto sentía que venia lo mas difícil, un camino que me llevaría mucho sacrificio, asique sabia que no debía apresurarme y era mejor esperar a un mejor ejercito. Esta vez estaba acompañado de una Caballería, feroz y rápida, unos Arqueros Largos, letales, y con Soldados, fuertes como el acero. Con mi gran ejercito nos dirigíamos rumbo a un camino rodeado de grandes montañas, pudimos visualizar muchos campamentos enemigos asique debimos desviarnos y esquivarlos sin ser vistos. Mientras mas profundo nos adentrábamos mas difícil nos resultaba llegar hasta que finalmente vimos a un gran Líder, poderoso, lo único que lo acompañaba eran demasiados perros a la espera de que el Líder de la orden de atacar. No pude saber como atacar, todo me resultaba una derrota, por lo que tome la decisión de mandar a mi Caballería a luchar contra esos perros, la única manera de poder dejar solo al líder. Finalmente pude atacarle esta vez, mientras mis Soldados aguantan el gran poder de Mary, mis Arqueros Largos les tiran oleadas de flechas como lluvia sin cesar. Tras varios ataques y con pocos Soldados, débiles tras cada golpe, pude sentir la victoria.
Ahora si, joven, descansare por un largo tiempo…
Mientras el General terminaba de contar su historia al joven, el Explorador recién llegado de un largo viaje, irrumpió teniendo la atención de todos y anunciando que había descubierto otra isla. El General y el muchacho joven, ambos mirándose sonrieron con confianza y decisión, sabiendo lo que se esperaba…