Un cuento de pascuas

[jupabloz]

El ánimo del viejo Alcalde fue agitándose a medida que se acercaba la fecha, con sus ojos cada vez más brillantes por la codicia y la ambición por las cosas que podría agregar a su “inventario”. Así que cuando el día llegó ordenó a sus hombres: “Tráiganme todos los huevos que puedan encontrar y conseguir” Por lo que muchos fueron enviados a islas lejanas con la misión de rastrear y encontrar todos los huevos coloreados que pudiesen; y los comerciante se concentraron en adquirir todos los que hubiera en el mercado, pero procurando que los tratos fuesen lo más ventajosos posibles.
Y así es que llegué a una desolada y desconocida isla, revisando entre matorrales y pedregales, caminando durante horas sin descanso, investigando en cuevas y praderas abiertas, recorriendo terrenos difíciles sin senderos. Yo que me había enlistado pensando en la gloria militar y en las riquezas que podría adquirir de saqueos contra bandidos, piratas o renegados.
-Esto es mejor que enfrentarse a los perros -me respondió un viejo recluta, surcado de cicatrices y que nadie sabía cómo había sobrevivido a muchas batallas, cuando yo formule mi queja en voz alta.
-¡O a los acecha sombras! –agregó un soldado veterano, al que le faltaban un par de dedos en una mano, y a quien nunca me atreví a preguntarle como las había perdido.
-O los sacerdotes oscuros y sus sectarios fanáticos –opinó un jinete desde arriba de su caballo.
-O los renegados de las sabanas –dijo un miliciano, mientras removía unas piedras sueltas.
-¡No, eso no da miedo! –le respondieron todos los demás al unísono, pera mi sorpresa, ya que con eso admitían, si bien implícitamente, que alguna vez habían tenido miedo, cosa que yo creía que ninguno de ellos conocía siquiera, tan valientes me imaginaba que serían ellos. Tal era mi ingenuidad de novato.
-¿Qué clase de conejo pone huevos? –preguntó un arquero.
-¡Esa misma pregunta me la hago desde hace mucho! –le dijo el viejo recluta.
Justo entonces el miliciano dio un leve grito, como de sorpresa y dolor, al mismo tiempo que un conejo saltaba de entre los matorrales que aquel revisaba en ese momento. El conejo era un animal enorme, de un pelaje que parecía que alguna vez había sido blanco, pero que en ese momento se veía de un gris sucio, y tenía también un aspecto desprolijo, apelmazado en mugrosos mechones; el cuerpo largo y desgarbado, con orejas y patas desproporcionados del cuerpo, y los ojos rojos saltones le daban una expresión demente y desencajada a su mirada, que parecía fijarse con especial intensidad en el viejo recluta, como si lo reconociera. Luego agito su nariz, como olfateando, movió una oreja, dando en seguida un salto súbito, perdiéndose de vista rápidamente.
-¡Ese conejo loco me mordió! –dijo el miliciano, con más sorpresa e indignación que dolor.
Nos acercamos a mirar, notando que su herida a penas sangraba, y que entre los matorrales había huevos multicolores. Recogimos los huevos, atendimos la herida de nuestro compañero y seguimos nuestro camino.
Algunas horas después el miliciano comenzó a quejarse de que le ardía la mordida. Se la revisaron cuando su insistencia se volvió molesta. Su herida parecía empeorar de manera misteriosa, y a pesar de cataplasmas y otros remedios que le aplicaron, al llegar la noche la “infección” le había tomado todo el brazo, dejándolo hinchado, entumecido y paralizado; y a él, delirando de fiebre.
Acampamos el aíre libre. La tienda protectora era sólo para los generales. Nosotros nada más teníamos una manta para envolvernos y protegernos de la intemperie y los bichos. A nuestro compañero enfermo se le dejó el mejor lugar cerca de la hoguera, donde durmió envuelto de pies a cabeza, no dejando nada visible de sí, mientras tiritaba su febril delirio, murmurando incoherencias a penas audibles. A mí me toco el último turno de guardia; vergonzosamente me quede dormido, pero llegué a despertar oportunamente a tiempo, así que ninguno se dio cuenta de mi falta.
En la difusa y grisácea claridad que precede al amanecer, lo primero que noté fue la extraña quietud del miliciano que fuera mordido por el conejo grotesco. Me incorporé y me acerqué al bulto inmóvil, que pareciera haber disminuido dentro de la manta. Mis movimientos despertaron a los demás, y todos hicimos un círculo expectante alrededor del bulto dentro del cual suponíamos estaba nuestro compañero.
-¿Cómo está? –dijo el jinete, ahora desmontado.
-Supongo que duerme –respondí, haciéndome cargo de la pregunta, ya que se suponía que debía estar despierto y vigilante desde hacía bastante rato, a pesar de que no estaba claro a quien estaba dirigida.
-¿Cómo estas, compañero? –dije, abriendo la manta. Todos nos sobresaltamos al ver salir a un conejo enorme, casi idéntico al que mordiera el miliciano. Se quedó un momento sobre una pequeña loma, mirándonos, con sus ojos saltones de mirada demente, y se fue saltando velozmente; lo perdimos de vista cegados por el sol naciente, cuando se fue en esa dirección. En la manta sólo habían quedado las ropas de nuestro compañero. Entonces bajé la mirada a mi dedo al sentir que me ardía y, viendo el pequeño hilillo de sangre que brotaba, no pude evitar comentar:
-¡Ese conejo loco me mordió!

[jupabloz]

Perdón por el titulo tan desoriginal xD

Mientras lo escribia me parecia que quedaba genial, pero al releerlo al revisarlo antes de subirlo me hiso pensar: que porquerias que escribo! :/

[Diogenes999]

el título no precisa excusa pero "desoriginal" no te lo perdono.

jajaja muy bueno pablo felicitaciones

no son porquerías, el ejercicio literario y el musical son 2 que ojalá todos pudiéramos practicar de manera estética. nos hace más humanos y mejores personas, digo yo. x eso de cultivar la belleza y la creatividad y todo ese rollo no? o algo así era.

[jupabloz]

Gracias por el apoyo diogenes (Y)
y disculpen mi torpe ignorancia, pero, cómo ponen emoticones acá?

[Kareva]

muy bueno, jumpa! felicitaciones!! pera.. quien era el primer conejo??.. Al.. o un S.. o un Xb.. o un cañonero??.. no me dejes con la dudaaa!!

[jupabloz]

ni yo sé, kare xD

[Caperussa]

Has estado increíble!!!
Mi Felicitación, me encantó!!!

[jupabloz]

gracias hermussa Caperussa

[jovencal]

Muy bueno jupabloz, sigue amenizando el foro con estos buenos relatos,

Saludos

[jupabloz]

Y comentearios como el suyo me alientan a seguir haciendolo, Sr pitufo