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La última despedida
La útima despedida
Su estrategia había fallado. Eso hacía ya tiempo que estaba claro. No contó (no podía saber) con que los ataques se repetirían una tras otro, cada vez más fuertes. Y por eso no había funcionado su estrategia de resistir atrincherados en campamentos fortificados. Cuando lo advirtió era ya demasiado tarde para cambiar.
Y las columnas de humo se hicieron cada vez más cercanas. Lejanas en el horizonte, al principio, a penas si se veían entre las montañas y los bosques; fueron aproximándose a medida que sus compañeros y amigos eran derrotas. Primero el Zorrino (a quien apreciaba a pesar de su hedor), luego Chuck y Dientes Metálicos; y lo peor era desconocer sus destinos.
Ahora estaban junto a su campamento, el último, el último punto de resistencia ante los invasores, que parecían creer que tenían derecho a tomar toda isla y todo lo que había en ella. Si hasta se habían tomado el atrevimiento, el descaro de llamarlos bandidos; a ellos que eran los habitantes originales de esa tierra y por lo tanto sus legítimos dueños, y que preferían vivir en armonía la naturaleza, no como los invasores, que pronto derribaban árboles y escarbaban la montañas, profanaban la tierra con sus campos de trigo y sus pozos para extraer agua, además de llenar el aíre con el humo de sus fundiciones y sus plantas de coque facción.
Los golpes se hacían cada vez más intensos sobre las maderas de la muralla de empalizada. Cada golpe las debilitaba y las quebraba cada vez más, inquietando más y más a su jauría, sus cachorros, resultándoles cada vez más difícil contenerlos. Sabía que tendría que sacrificar a algunos de ellos, y eso le dolía en el alma, así que si debía hacerlo no desperdiciaría la oportunidad. Sólo cuando una sección de la muralla de madera cayó, y hasta que la nube de polvo que levanto se hubo asentado, y entraron las primeras tropas de reclutas, sólo entonces les hizo la señal de ataque a sus perros.
Los reclutas cayeron en gran cantidad provocando pocas bajas en la jauría los pocos que quedaron huyeron lo más rápido que pudieron, soltando sus espadas de bronce para correr mejor. Detrás de ellos llegaron los soldados en filas apretadas, armados con sus espadas de acero, apoyados por arqueros de arco largo; muchos perros cayeron alcanzados pos sus flecas antes de llegar hasta las filas de los soldados. La trampa terminó de cerrarse con un despliegue de la caballería desde ambos flancos, encerrando a la jauría, aplastándola y empujándola hacía las espadas de los soldados.
Cuando el último gañido lastimero se hubo acallado, y se asentó la nube de polvo levantada por los cascos de los caballos y el caos del combate, aparecieron ante Mary “la salvaje” (como ellos osaban llamarla, insultarla), amenazadoramente las tropas vencedoras. Entonces Ella reacciono de verdad, con el odio surgido de la ira generada por el dolor de que hubieran acabado con todos sus amados cachorros.
Levantó la mano izquierda y se levantó un fuerte vendaval que hizo que todos cayeran al piso, primero los jinetes, ya que estaban más alto. Aún así algunas tropas intentaban seguir peleando, arrastrándose trabajosamente hacia Mary. Entonces levanto su mano derecha y unas raíces brotaron del suelo, creciendo como enredaderas se enroscaron en los brazos y las piernas y los cuerpos, deteniendo el avance, llegando a estrangular a los que no pudieron reaccionar a tiempo para liberarse usando sus armas. Algunos consiguieron alcanzarla y herirla, si bien no le hicieron mucho daño. Pero simplemente eran demasiados y no podía detenerlos a todos, no pudo detenerlos a todos.
Finalmente consiguieron someterlo, aunque sufriendo nuevas y grandes pérdidas. Y así termino ella en un rustica balsa de tablas, librada a la deriva, luego haber sufrido la humillación de ser paseada y exhibida por toda la isla, como un trofeo, mientras los pobladores le hacían burlas al verla pasar. Pero eso no importaba, por el momento podía tragarse su orgullo, sabía que volvería su hora, sabía que había otras islas y que podía llegar a alcanzar alguna. Pensaba eso mientras se mecía con el oleaje, acariciando un cachorrito que sostenía en sus brazos.
Última edición por jupabloz; 19/01/2015 a las 18:42
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BELLOOOO!!! me encantooo!! buenisimo!! :'D
Que gran talento posees amigo! ^^
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gracias jupabloz hacía rato de la última vez ^^
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Al fin comentarios! =P Y por suerte son positivos; gracias por eso!
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Falta que le hagas promocion, jupa.. ya casi no entramos al foro!..xD.. nos sabemos las guias de memori!..xD
pero.. no hay problema.. yo me encargo de eso.. esta historia, tiene que leerla todo settleriano!
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Gracias Kare! =D
Es la humildad y la timides lo que impide que me haga auto promocion
Última edición por jupabloz; 10/02/2015 a las 22:18
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yo por trabajo ya no entro al foro como antes, pero siempre es refescante leer una buena historia
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Muy buena historia. Buen trabajo jupabloz,
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muchas gracias soya y jovencal!
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