MOD_Yosom
22/10/2012, 15:48 PM
Para facilitar la elección de vuestros favoritos, dejo aquí una copia de las historias de los finalistas.
Todas las historias participantes AQUÍ (http://forum.juego-thesettlersonline.com/threads/15491-Concurso-crea-la-historia-del-descubrimiento-de-tu-isla-%E2%80%9CDiario-de-a-bordo%E2%80%9D)
Historias finalistas:
Mmanuel y el descubrimiento de la tierra prometida.
En el antiguo Mexico, mejor conocido como La Nueva España, los conquistadores mantenian a los indigenas en condiciones de gran explotacion, los hacian trabajar todo el dia, apenas y los dejaban comer, les quitaban a sus mujeres y los maltraban fisicamente, los indigenas no sabian que hacer para combatir a estos conquistadores, pues sus armas eran mas avanzadas, tenian armaduras que los indigenas creian impenetrables, y sobre todo tenian grandes bestias fuertes y veloces que llamaba caballos. Un dia un joven indigena llamado Mmanuelochtli, conocido posteriormente como Mmanuel, que trabajaba en la fundicion de armas y cuidando a los caballos escucho una historia de los ancianos del pueblo, la historia hablaba de un lugar magico, donde la tierra era fertil, habia grandes minas de minerales preciosos, pinos de abeto y arboles nobles en gran cantidad, ademas de muchos animales para cazar, esta tierra era virgen, se decia que solo pocos hombres la habian visto con sus propios ojos y que habian quedado maravillados al ver semejante esplendor, el unico inconveniente es que era una tierra lejana y muchos peligros aguardaban en el camino a ella. Asi pasaron varias semanas donde las tortura por parte de los conquistadores seguian y aquel pensamiento de ir en busca de aquella tierra no se alejaba de la mente de Mmanuelochtli, hasta que un dia el padre de Mmanuelochtli fue asesinado por los conquistadores, fue en ese momento donde Mmanuelochtli supo que habia llegado el momento de hacer algo, usando su experiencia en la fundicion de armas y sabiendo como cuidar a las bestias (los caballos), recluto algunos indigenas, creo armas para ellos, robo un barco y caballos y se embarco a la mas grande aventura de su vida, muchos indigenas los llamaron loco, pues decian que aquella tierra era solo una leyenda y se resignaban a seguir con esa vida miserable, pero Mmanuelochtli y su grupo pensaban diferente. Fue asi como despues de 2 meses de viaje, de haber pasado tantos peligros y haber perdido a casi la mitad de su tripulacion, el barco toco tierra, al descender del barco todos quedaron perplejos, pues la leyenda era cierta habian llegado a la tierra prometira que bautizaron Settlerland, asi fue como sus habitantes recibieron el nombre de Settlers y Mmanuelochtli fue nombrado Mmanuel el salvador de los indigenas.
Estaba ella, Caperussa, deambulando por las redes intrincadas del sofisticado mundo "futurista" de la Internet. Aburrida de su aburrida y solitariamente aburrida vida, se detuvo una tarde ante una "Posibilidad" que se presentó ante ella en forma de Ventana. Unas imágenes de gente como ella, pero con una carretilla llena de carbones, y unas viviendas muy particulares, y un cartel que rezaba: "Bienvenido a Settlers online! Crea tu propio imperio medieval y conviértete en una leyenda..."
Woow! entonces, perpleja, asomó su rostro a esa Ventana, y....desapareció del mundo del futuro, para caer en el pasado, en una isla enorme, llena de niebla, arboles añejos, pinos llenos de suave aroma, una vieja, enorme y derruída casa vacía, con aromas a moho, a peligro, sí.... olía a peligro.
Caperuza sintió deseos de volver a su lugar de origen, pero era tarde ya. La "Ventana" había desaparecido, y nada podía devolverla.
Se sentó junto a la puerta de la vieja casona, y cerró sus ojos, pensando qué podía hacer ella allí. De pronto algo la hizo reaccionar: un sonido.... ¡Pasos!... Se levantó, entro a la casa y se ocultó detrás de unas herramientas oxidadas y piedras que alguien habría puesto allí....y esperó. De pronto apareció ante la puerta un señor, que asomado apenas, y también temeroso, preguntó: Hay alguien ahí? Ella, que lo veía desde antes allí afuera, salió de su improvisado escondite y le dijo: acá! y salió de entre las ruinas una bella mujer, con cara Vampirezca, una corona de acero y oscuridad, y una armadura digna de una reina medieval. El hombrecillo, atónito exclamo: Hermanos de Settlerandia, ha llegado por fin la respuesta a nuestro pedido a los dioses! Vengan!! vengan todos a ver a la reina de nuestro minipaís!!!
Caperussa no salía de su asombro, casi tímida, pero con la mano en su arma......Oh! ¿arma? ¿de donde había sacado ella, la pacifista y enamoradiza Caperussa esa espada reluciente? Pensó a gran velocidad mental que la magia de la "Ventana" había hecho esos cambios en ella. ...con su mano en la espada, ella estaba casi lista para defenderse de cualquier ataque. Más decidió que allí había solo personas simples, abandonadas a la suerte de quien sabe qué dios poco piadoso. De a poco, y con pasos vacilantes, empezaron a llegar gentes de entre la niebla, andrajosos y sucios de trabajar, unos 3 centenares de personas que la saludaron respetuosamente a su "Reina" como la empezaron a llamar. De a poco Caperussa fue confiando en su capacidad, en su instinto guerrero, en su carácter templado; comenzó a organizar a esa gente sencilla, con palabras firmes y una autoridad poco común en una mujer. Organizó a los hombres de esa tierra, que ahora sería la suya, en trabajos cada uno según la capacidad de ellos, y de entre todos eligió con crítico ojo a los hombres más gruesos en musculatura, fuertes y valientes para armar un ejercito, que sería el encargado de librar a Settlerandia de los bandidos que hacían estragos en bienes y población, con sus perros, sus distintas habilidades matreras y mañosas y con su instinto asesino. Convirtió la vieja casona en un enorme almacén, con la ayuda de los habitantes de allí y su capacidad de ingenio e improvisación, logrando un lugarcito para que cada cosecha, cada piedra, cada madera se pudiera conservar y cuidar. De a poco la isla cobró vida, se llenó de flores, y suaves veredas, y parques. Todos en Settlerandia fueron felices por siempre.
Diario de Villagrana.
Día 1.
La cosas en Europa se están poniendo feas... las peste dorada a matado al 28% de la población, no hay medicina, quizá sea tiempo de pensar en viajar a otro continente.
Día 6.
La peste dorada se a expandido, ya esta afectando a mi pueblo, mi familia, mis amigos y yo hemos decido irnos, juntamos nuestras monedas y estamos en busca de un barco, dicen que el Oeste hay un continente inexplorado y virgen.
Día 8.
Pudimos comprar un pequeño barco, esta deteriorado pero servirá para huir de Europa y su peste dorada.
Día 9.
79 personas y yo partiremos hoy, juntamos lo mas que pudimos en pan, brebaje y salchichas ... tenemos que encontrar tierra firme en 28 días o empezaremos a morir, los demás no saben que tenemos recursos limitados, espero y no lo sepan.
Día 21.
Hoy tuvimos una tormenta, el barco esta en ruinas, las velas están rotas y viajamos sin rumbo, perdimos a 25 miembros de la tripulación, entre ellos el cartógrafo, también se perdió parte de los recursos, calculo yo que nos queda para 7 días mas ... morir en alta mar sin rumbo o haberme quedado en Europa y morir a causa de la peste dorada ... que debí haber hecho ?
Día 28.
Hoy consumimos el ultimo pedazo de pan y la ultima salchicha, nos hemos quedado sin alimento, seguimos viajando sin rumbo, ya solo nos queda esperar la muerte.
Día 34.
TIERRA, TIERRA ... hemos encontrado una gran isla.
Día 35.
Solo quedamos 43 personas y yo de las 80 que partimos, ya estamos en tierra firme, la isla se ve bien, tiene recursos suficientes para poder establecer nuestra colonia y empezar de nuevo.
Día 37.
Aunque la isla es generosa en recursos, nos hemos encontrado con un nuevo problema, esta llena de bandidos, hemos tenido que dejar nuestros cultivos y tomar espadas de bronce para defender a nuestra pequeña colonia.
Hace muchas lunas en un extraño país, lleno de gente ambiciosa, vivía un pequeño chico el cual soñaba con liberar a su gente de la opresión y esclavitud, el pequeño creció con el paso del tiempo, entreno su cuerpo y mente hasta convertirse en el general más destacado e importante de su país, quiso iniciar una revolución pero al ser descubierto por el tirano rey de esas tierras, su castigo fue el EXILIO.
Desterrados él y su gente, se embarcaron en un viaje, del cual no sabían si en algún momento encontrarían el sueño prometido, una tierra noble la cual poder habitar en paz.
Pasados 50 días de intensa navegación, ya sin provisiones desde el día anterior, a lo lejos se escucho un grito, “TIERRA, TIERRA A LA VISTA”…!!!
El gran general DKMazter, había logrado lo que todos pensaban era un sueño y nada más, encontró ese lugar, ese lugar a donde todos podían llegar y llamar hogar.
A su llegada establecieron su humildes moradas, DKMazter fue nombrado “Lider”, comenzó a dar tareas a sus tripulantes, algunos recolectando materiales, otros comida y algunos más explorando las zonas.
Cuál sería su sorpresa al ver que sus fieles exploradores no regresaron con el paso de los días, “No estamos solos”…!!! Ese fue su pensamiento, en ese momento comenzó a entrenar arduamente a sus fieles soldados, emprendieron una búsqueda incansable, ¿Los encontraremos con vida? Se preguntaron los soldados.
Descubrieron campamentos de bandidos y rufianes, personas sin escrúpulos que entre ellos mismos se robaban el pan y el agua, con su sabiduría, DK hizo un plan, comenzó a atacar esos campamentos de bandidos, lenta y sigilosamente esa noche cayeron 5 campamentos.
Al día siguiente, emboscaron a un bandido que pretendía robar a sus propios colegas, lo capturaron y le sacaron toda la información de la isla.
Nombres de los lideres bandidos, números de sus ejércitos, sectores que gobernaban, y sobre todo les dijo que sus hombres habían muerto, que fieles a él no revelaron ningún dato pero que todos los lideres bandidos ya sabían que no estaban solos en esa isla.
Esa noche hubo lagrimas, pero despertó en DK y en su gente el deseo de liberar esa isla, convertirla en lugar prospero y sobre todo en un hogar para los hijos de sus fieles seguidores, convencidos de que la lucha se aproximaba todos regresaron, se prepararon arduamente, trazaron planes de guerra, domesticaron caballos salvajes para acortar distancias, poco a poco después de arduas y sangrientas batallas esa isla se libero…
DKMazter tras esas batallas en las que guio a sus hombres a la victoria fue confirmado por todos como “REY”… llamaron la isla “México”, actualmente esa isla sigue prospera y no aparece en ningún mapa… y esto…. Es la leyenda de los valientes hombres y mujeres que lograron su independencia y alcanzaron su felicidad.
FIN…!!!
Recomenzar
Soy un asesino.
Maté a un hombre… a su mujer… a su hijo.
La infame culpa es la roca que cargo desde que zarpamos. Sísifo es el eco más perfecto de mi destino que de a ratos se enemista con mi presente. El rostro de ese animal al que le arranqué los ojos es la razón de mis desvelos; sus gritos ahogados en sangre son la voz que antes le pertenecía a mi conciencia. Solo obedecí las órdenes de mi corazón.
Los días en que yo era el sirviente más servil de todo el terruño costero de la colonia, las mujeres preparaban las aguadulces para los esposos, los hombres plantaban semillas esperando las lluvias primaverales y los niños juntaban tiernos hongos mientras imitaban los sonidos de las cigarras y los sapos. Los días en que yo era el sirviente más servil de todo el terruño, mi vida era simple.
Pero llegaron los lobos. Insaciables peregrinos del norte que penan por el mundo, hombres devoradores de ciudades, bestias sanguinarias criadas para devastar y conquistar, monstruos que llevan consigo la noche y la tormenta. Llegaron para quedarse. Estrategas de las miserias, aprendieron que para apoderarse de las aldehuelas es necesario empezar matando a los hombres más fuertes para desmoralizar a los más débiles; luego seguir por los más viejos, pues pueden alentar a los más débiles con palabras de sabiduría. Los tiempos de las aguadulces, las semillas primaverales y las cigarras, habían terminado.
Jamás estuvimos preparados para tal embestida. Las mujeres y los niños fueron esclavizados y los hombres fuimos utilizados para las tareas más pesadas: algunos construimos caminos, otros se fueron a romper el espíritu en las minas, otros se jugaron el alma en los campos de trigo, algunos dejaron jirones de vida en la dura tarea de la madera, y otros edificaron las casas de los lobos… malditos lobos.
Aprendimos a sobrevivir. Pero nos doblamos, no nos rompimos. Por ser uno de los más añosos, era frecuente la consulta que me hacían los jóvenes, alentándome y pidiéndome consejos para armar un grupo de resistencia y así por fin empezar un fervoroso estruendo revolucionario. Al principio el miedo me congeló las acciones, pero la tiranía y la injusticia de los lobos terminaron por ser insoportables. Lo descubrí de la manera más cruel, cuando vi a mi esposa cruentamente desollada. La vida se me quebró en el centro del alma. Fui al cuartel a buscar una respuesta, con el llanto que me asfixiaba y el odio que me rompía la cara. Uno de los lobos apareció y soltó que ella se había resistido a ser violada y que aquello iba en contra de la ley. La ira tembló en la punta de mis nervios y allí mismo lo maté con mis manos. Le arranqué la vista con mis pulgares y dejé que se desangrara. Una conmoción virulenta se había apoderado de mi carne, fui hacia el fuego y lo desparramé por donde la materia me lo permitió. No sabía que en una de las habitaciones dormían la esposa y el hijo del lobo al que acababa de someter a mi furia. No pude salvarlos, aún la culpa me corroe la vigilia, pero ya no tenía nada por perder. Corrí a buscar a mis vecinos, a mis hermanos. Empezamos una revolución sanguinolenta que duró solo una luna. Matamos a todos los lobos. Quemamos todo lo que podía ser quemado. No dejamos nada vivo más que angustias y agonías. La vida allí se tornó imposible, pues ya no quedaron campos que cultivar, animales que cazar o sueños que resucitar.
Los pocos que sobrevivimos zarpamos en el vapor que había traído a los lobos y dimos con este suelo virgen. Uno de los más pequeños quiso que llevara mi nombre, Averroes, por haber sido yo quien diera el primer paso para la reconquista de nuestra sacra libertad.
No quise asesinar, juro que no quise hacerlo, pero el corazón me lo ordenó.
Sabemos cazar, cultivar, construir, pescar. Sabemos hacer nuestro pan y nuestras herramientas. Sabemos sobrevivir. Ya construimos algunos caminos y nuestros horizontes se amplifican día a día… también nuestra visión de una vida en sociedad. La experiencia nos ha demostrado que debemos prepararnos para lo peor, así que nos entrenamos para recibirlo. Y aunque sabemos que pronto deberemos defender a nuestros hijos y mujeres de quién sabe cuánto bandido haya dando vueltas, dejamos que nuestra imaginación navegue y nuestros pies bailen en esta fresca tierra negra. Descansamos porque nos lo ganamos, y cuando lo hacemos, bebemos aguadulces, plantamos semillas e imitamos a las cigarras.
Averrores.
Por fin con vida simple.
Prologo
En un rincón casi oscuro se encontraba un hombre sentado junto a una mesa, se notaba apenas con la poca luz que le llegaba del centro del bar, una barba larga y blanca. Un muchacho joven notó que no estaba bebiendo, era curioso en una taberna, se acercó con dos brebajes, el desconocido estiro su brazo y le arrebato su brebaje sin decir nada. Un trago largo mientras le preguntó quien es usted, dejo de beber. Con un gesto entendió que se sentara, luego se inclinó, salió de su oscuridad profunda y su rostro apareció, las palabras que escuchó fueron Crystyan1988, General Crystyan1988 …
Mi historia en esta isla comienza con un final, había decidido retirarme, sentía la necesidad de descansar pero llegue a esta isla y me hizo acordar de mis primeras inolvidables batallas.
Apenas habían construido la alcaldía, algunas Residencias, Canteros, Leñadores, el Cuartel y esta Taberna. En mi primer día, el Explorador había explorado algunos lugares acompañado de un Geólogo para construir minas. Por mi gran experiencia me contrataron para conquistar tierras habitadas por hostiles, solo me acompañaban algunos novatos Reclutas pero pronto pudimos destruir gran parte de sus campamentos. Nos enfrentábamos esta vez a un líder, se sentía un hedor espantoso, tan fuerte comparado con un Zorrino, pero con la ayuda de algunos arqueros y reclutas pudimos derrotarle rápido.
Al regreso a la ciudad pudimos notar mejoras en los edificios y el Explorador nos mostro una nueva ruta, apenas reunimos algunos reclutas y arqueros y marchamos. Al principio fue fácil pero mientras marchábamos fuimos interceptados por Matones más fuertes que nuestros pocos Reclutas y algunos Perros Rabiosos que eran rápido para nuestros arqueros, derrotado debía descansar pero con ánimo de seguir. Esta vez fui con Reclutas para contrarrestar fuerza, hasta llegar con un tipo con un parche en su ojo, lo llaman Bert el Tuerto, sus Matones eran fuertes pero pudimos derrotarle.
De vuelta en la ciudad, estaban fabricando una nueva espada y entrenando Milicianos, de ser más fuertes nos atrevimos a seguir el paso. De vuelta nos topamos con más perros, esta vez con la ayuda de nuestros Milicianos pudimos seguir con menor perdidas. El ultimo campamento, no llegue a ver a este gran tipejo pero desde lejos escuchaba como Dientes Metálicos hacia un ruido espantoso y al acercarme, con su sonrisa de soberbio me cegaba por el reflejo del Sol en su gris metal pero al final pude cerrarle la boca.
Otro día en la gran ciudad, cada día mejor, esta vez con Fabrica de Arcos Largos y Caballería pero aún no tenia suficiente ejercito asique decidí esperar para que me acompañaran. Esta vez, nos enfrentábamos a alguien con mayor fuerza, un Líder que pareciera que tenía mucha confianza en sí mismo, tan rudo que debí apartar a mis Reclutas y seguir con mi Milicia, aun así estuve por perder, el Líder no demostró dolor pero solo escuche una palabra, Chuck.
Ya pronto sentía que venia lo mas difícil, un camino que me llevaría mucho sacrificio, asique sabia que no debía apresurarme y era mejor esperar a un mejor ejercito. Esta vez estaba acompañado de una Caballería, feroz y rápida, unos Arqueros Largos, letales, y con Soldados, fuertes como el acero. Con mi gran ejercito nos dirigíamos rumbo a un camino rodeado de grandes montañas, pudimos visualizar muchos campamentos enemigos asique debimos desviarnos y esquivarlos sin ser vistos. Mientras mas profundo nos adentrábamos mas difícil nos resultaba llegar hasta que finalmente vimos a un gran Líder, poderoso, lo único que lo acompañaba eran demasiados perros a la espera de que el Líder de la orden de atacar. No pude saber como atacar, todo me resultaba una derrota, por lo que tome la decisión de mandar a mi Caballería a luchar contra esos perros, la única manera de poder dejar solo al líder. Finalmente pude atacarle esta vez, mientras mis Soldados aguantan el gran poder de Mary, mis Arqueros Largos les tiran oleadas de flechas como lluvia sin cesar. Tras varios ataques y con pocos Soldados, débiles tras cada golpe, pude sentir la victoria.
Ahora si, joven, descansare por un largo tiempo…
Mientras el General terminaba de contar su historia al joven, el Explorador recién llegado de un largo viaje, irrumpió teniendo la atención de todos y anunciando que había descubierto otra isla. El General y el muchacho joven, ambos mirándose sonrieron con confianza y decisión, sabiendo lo que se esperaba…
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